Fármacos simpaticomiméticos.
Los fármacos simpaticomiméticos son aquellos que imitan o potencian los efectos del sistema nervioso simpático. Estos fármacos actúan sobre los receptores adrenérgicos, que son los receptores que se activan por la adrenalina y la noradrenalina, los neurotransmisores del sistema nervioso simpático. Algunos ejemplos de fármacos simpaticomiméticos son:
- Catecolaminas: son fármacos que actúan directamente sobre los receptores adrenérgicos, produciendo efectos similares a los de la adrenalina y la noradrenalina. Algunos ejemplos de catecolaminas son la adrenalina, la noradrenalina y la dopamina.
- Agonistas adrenérgicos: son fármacos que actúan sobre los receptores adrenérgicos, produciendo efectos similares a los de la adrenalina y la noradrenalina. Algunos ejemplos de agonistas adrenérgicos son el salbutamol, el albuterol, la fenilefrina y la pseudoefedrina.
- Inhibidores de la recaptación de catecolaminas: son fármacos que actúan inhibiendo la recaptación de la adrenalina y la noradrenalina en las sinapsis adrenérgicas, aumentando su disponibilidad y produciendo efectos similares a los de los fármacos que actúan directamente sobre los receptores adrenérgicos. Algunos ejemplos de inhibidores de la recaptación de catecolaminas son la cocaína y los antidepresivos tricíclicos.
Es importante destacar que el uso de fármacos
simpaticomiméticos debe ser supervisado por un médico y ajustado según las
necesidades individuales de cada paciente. Además, es fundamental seguir las
indicaciones del médico y tomar los fármacos solo cuando sean necesarios y
según las dosis y duración prescritas. Los fármacos simpaticomiméticos pueden
tener efectos secundarios como taquicardia, hipertensión, ansiedad y temblores.
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